La identidad y el mundial

Hoy publico esta nueva entrada en la que relacionamos el fútbol y la identidad.

Estamos ya en octavos de final del Mundial de Sudáfrica. Algunos equipos, incluso han alcanzado ya los cuartos. Como ocurre siempre durante un Mundial, todos los equipos han buscado su identidad: sus colores (en el campo y en la grada), pasando por una actitud en el juego, la elección de los líderes, e incluso las personalidades que les apoyan en la tribuna.

Existe un gran paralelismo entre la identidad de un equipo de fútbol y la identidad de una compañía. Todos identificamos rápidamente cuál es la selección que viste de azul y amarillo, así como todos tenemos en mente las mismas marcas cuando pensamos en un color determinado como podría ser el rojo.

Ferrari, Cocacola, Santander... ¿a que las tenías en la cabeza?

Naranja... ¿hablamos de Holanda o de Orange?

Azul... ¿Francia e Italia o Movistar?

Por regla general son los equipos con la identidad más marcada los que obtienen los mayores éxitos. Hay quién dirá que son los éxitos los que proporcionan dicha identidad, y en mi opinión no les falta algo de razón. Sin embargo, mi opinión es que al éxito se llega creando y conservando una identidad, y que son los triunfos los que hacen que esa identidad se selle de forma permanente.

España es un caso curioso en este aspecto. Siempre tuvo identidad en las categorías inferiores, y a nuestros chicos les dolían los brazos de levantar los títulos más importantes a nivel mundial. Sin embargo, esa identidad se diluía en la selección absoluta. La pasada Eurocopa, encontramos nuestra identidad en el juego, y jugamos como llevaban años haciendo las categorías inferiores. Y no sólo eso, si  no que además, la generación con más calidad de nuestra historia es la que llevó a cabo el cambio.

En este mundial, España aún lucha por jugar con dicha identidad, y para mí no hay duda de que lo conseguirán. Si lo hacen, el triunfo convertirá nuestra identidad futbolística en algo eterno.

Así que ya saben, creen identidad para su empresa. Den a los símbolos la importancia que tienen -que es mucha-, hagan sus marcas reconocibles, encuentren a sus líderes, jueguen en equipo, implanten una actitud a nivel global en sus compañías, y cuando obtengan éxitos importantes, éstos serán eternos.